Salmo Capitulo # 1 (RVR60) SALMO 1 El justo y los pecadores 1 Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; 2 Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. 3 Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará. 4 No así los malos, Que son como el tamo que arrebata el viento. 5 Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio, Ni los pecadores en la congregación de los justos. 6 Porque Jehová conoce el camino de los justos; Mas la senda de los malos perecerá.

Sunday, April 24, 2011

Cuando no te sientas bien.

(Salmo 37:1-4) nos llama a la reflexión de cómo estamos en sentido espiritual, de cómo está nuestra conciencia en sentido espiritual.
Hoy nuestra espiritualidad en unión con Cristo puede irse afectando si la obra de la carne pecaminosa de las personas que no tienen como camino la voluntad divina manifestada en Cristo hace mella en nosotros. Este salmo en particular nos anima a este hecho.
 Salmo 37:1–4 (RVR60)
          1      No te impacientes a causa de los malignos,
    Ni tengas envidia de los que hacen iniquidad.
          2      Porque como hierba serán pronto cortados,
    Y como la hierba verde se secarán.

          3      Confía en Jehová, y haz el bien;
    Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad.
          4      Deléitate asimismo en Jehová,
    Y él te concederá las peticiones de tu corazón.
 Los versículos 1 nos advierte de dos cualidades de la carne imperfecta que ahogan nuestra espiritualidad: “La Impaciencia y La Envidia”. ¿Por qué el no impacientarnos y el no tener envidia? Primero, porque son cualidades alejadas de la realidad divina perfecta universal del creador, un Dios que su esencia el mismo es el amor, segundo porque el logro de los inicuos es basado en la mentira y en la injusticia. Pensemos: ¿Cuántas personas viven del fraude,  negocios sucios e ilícitos? ¿Sería prudente que nosotros que tenemos una esperanza real superior, personas que decimos reverenciar a Dios estemos envueltos en tales litigios? Claro que no, al contrario vivamos alentaos como dijo el Apóstol pablo en vista de la espera de la esperanza. (1 Tesalonicenses 4:18).
¿Nos podemos imaginar cuantas personas viven a costilla de la injusticia? Dele una mirada quizás a su puesto de trabajo. Muchos se entregan a la guataquería, al favoritismo y quizás llegando a la cama por una simple posición inmerecida que en realidad se la merece otro.
Quizás ante todas estas injusticias y las que no nos imaginemos que hay no hartemos y nos frustremos ahogando así nuestra necesidad espiritual verdadera. Al respecto, el versículo # 2 nos antepone un gran profecía segura que de seguro se cumplirá al explotar la Gran tribulación del tiempo del fin, evento que se diferenciará en que jamás ha ocurrido una ni volverá a ver.  Allí para  el salmista esa actitud impropia de personas malignas y malhechoras es comparada con la hierba de los campos, que es cortada y se seca, es decir, no perdura, no echa raíces, no tiene futuro. ¡Esa forma de triunfo es temporera e ilusoria! 
Mientras abordamos tan afable cumplimiento profético, ¿cómo reaccionaremos en sentido espiritual?   Los versículos # 3 y 4 dan la respuesta:         
3      Confía en Jehová, y haz el bien;
    Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad.
          4      Deléitate asimismo en Jehová,
    Y él te concederá las peticiones de tu corazón. 
Tenemos que confiar en Jehová Dios, hacer el bien y deleitarnos en él. Como resultado: “Habitaremos para siempre sobre la tierra”, “disfrutaremos mucho de la verdad”, es decir, la palabra viva de Dios y nuestro Padre nos concederá las peticiones de nuestro corazón. Destaquemos que la frase “Confía en Jehová”, es un deleite para el justo porque si de verdad la aplica en su vida será un verdadero antídoto contra la envidia y el resentimiento. Confiemos en nuestro Dios de la verdad que nos quiere y nos ama, confiemos en sus promesas de alivio para el alma, confiemos que estar bajo su guía y amorosa dirección es el mejor modo de vivir.
La lectura meditativa de esta parte del salmo el salmista contrasta dos estilos de vida: el de las personas injustas, que no tiene futuro, y el de la gente noble, que tiene porvenir y se proyecta al mañana.
La meditación profunda en estos bellos libros de los Salmos de seguro que es una guía para el alma.