Salmo Capitulo # 1 (RVR60) SALMO 1 El justo y los pecadores 1 Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; 2 Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. 3 Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará. 4 No así los malos, Que son como el tamo que arrebata el viento. 5 Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio, Ni los pecadores en la congregación de los justos. 6 Porque Jehová conoce el camino de los justos; Mas la senda de los malos perecerá.

Saturday, April 30, 2011

Vivir con injusticias

Vivir con injusticias.
Pero José les respondió: No temáis, pues ¿acaso estoy yo en lugar de Dios? Vosotros pensasteis hacerme mal, pero Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener con vida a mucha gente. Génesis 50.19–20

¡Qué muestra de misericordia por parte de José! ¡Un hombre imperfecto! Pero de seguro, fue un hombre de Dios adentrado en una estrecha relación con él. La traición de José no vino de un amigo conocido, de un allegado o de un hermano en la misma fe, no, vino de sus propios hermanos de sangre. ¿Podemos imaginar los sentimientos de José cuando vio que sus propios hermanos lo estaban traicionando? El salmista y escritor de (Salmo55:12-14) se sintió de la misma manera:
Salmo 55:12–14 (RVR60)
12 Porque no me afrentó un enemigo,
Lo cual habría soportado;
Ni se alzó contra mí el que me aborrecía,
Porque me hubiera ocultado de él;
13 Sino tú, hombre, al parecer íntimo mío,
Mi guía, y mi familiar;
14 Que juntos comunicábamos dulcemente los secretos,
Y andábamos en amistad en la casa de Dios.
No podemos establecer a ciencia cierta cuando José superó las devastadoras consecuencia de la traición de sus hermanos mediante venderlo, pero el texto citado en que se basa este estudio (Génesis 50:19-20) deja varias pistas importantes.
José obró conforme a la justicia divina, obró como un hombre de Dios, actuó con sabiduría divina. Él dijo: ¿acaso estoy yo en lugar de Dios? El no miró el juicio que le dictaba su corazón. Él sabía que pensaba como humano imperfecto, el vio el acto de transgresión como algo que Dios tenía que juzgar siendo así de la mejor manera. El obró del mismo modo que obró el Gran Maestro Jesús cuando él dijo en (Juan 8:15-16): 8:15–16 (RVR60):
15Vosotros juzgáis según la carne; yo no juzgo a nadie. 16Y si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy yo solo, sino yo y el que me envió, el Padre. Jesucristo juzgaba y juzgará según el Padre, “El Dios de la Eternidad”.
Vemos que José dijo: pero Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener con vida a mucha gente. José sabía una cosa, pero no sabía la otra. José sabía que Jehová Dios estaba tras el asunto y su problema, pero no sabía cuándo iba a ver el bien que el Señor tenía en mente cuando permitió que la tragedia tocara tan de cerca su vida.
Este gran problema de la vida de Josué permitió el desarrollo de la profecía dada por Dios a Abrahán que su descendencia sería incontables como las estrellas de los cielos como podemos leer en Génesis 15:5–6 (RVR60):5Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia. 6Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia.
Este relato nos enseña la convicción de que Dios puede convertir aún las peores maldades en bendición siempre existió, y esto guardó su corazón de la amargura y el rencor.
A veces en la vida tenemos que enfrentar grandes traiciones que rompen el coarzón, pero a algunas viene de personas que son familiares nuestros. Como resultado, nos duele mucho. Si alguna vez hemos tenidos o tendremos que afrontar alguna gran traición fuerte, recordemos el ejemplo de Josué, humano común imperfecto. Dejémosle el juicio a Dios y veámosla como una oportunidad grande en que Dios actuará en nuestra vida. Podemos mirar también ejemplos acogedores como Jesús y Judas, Caín y Abel, David y Saúl y David con su hijo Absalón. Si, que en ningún momento perdamos nuestro follaje espiritual de cualidades cristianas. Seamos mansos, pues seremos eternos. El inicuo, comparado con el tamo (Salmo 1:4), será muy pronto llevado por los vientos de la ira divina en el Armagedón. Como resultado, el justo vivirá y residirá en la abundancia de Paz en la tierra para siempre jamás.


Sunday, April 24, 2011

Cuando no te sientas bien.

(Salmo 37:1-4) nos llama a la reflexión de cómo estamos en sentido espiritual, de cómo está nuestra conciencia en sentido espiritual.
Hoy nuestra espiritualidad en unión con Cristo puede irse afectando si la obra de la carne pecaminosa de las personas que no tienen como camino la voluntad divina manifestada en Cristo hace mella en nosotros. Este salmo en particular nos anima a este hecho.
 Salmo 37:1–4 (RVR60)
          1      No te impacientes a causa de los malignos,
    Ni tengas envidia de los que hacen iniquidad.
          2      Porque como hierba serán pronto cortados,
    Y como la hierba verde se secarán.

          3      Confía en Jehová, y haz el bien;
    Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad.
          4      Deléitate asimismo en Jehová,
    Y él te concederá las peticiones de tu corazón.
 Los versículos 1 nos advierte de dos cualidades de la carne imperfecta que ahogan nuestra espiritualidad: “La Impaciencia y La Envidia”. ¿Por qué el no impacientarnos y el no tener envidia? Primero, porque son cualidades alejadas de la realidad divina perfecta universal del creador, un Dios que su esencia el mismo es el amor, segundo porque el logro de los inicuos es basado en la mentira y en la injusticia. Pensemos: ¿Cuántas personas viven del fraude,  negocios sucios e ilícitos? ¿Sería prudente que nosotros que tenemos una esperanza real superior, personas que decimos reverenciar a Dios estemos envueltos en tales litigios? Claro que no, al contrario vivamos alentaos como dijo el Apóstol pablo en vista de la espera de la esperanza. (1 Tesalonicenses 4:18).
¿Nos podemos imaginar cuantas personas viven a costilla de la injusticia? Dele una mirada quizás a su puesto de trabajo. Muchos se entregan a la guataquería, al favoritismo y quizás llegando a la cama por una simple posición inmerecida que en realidad se la merece otro.
Quizás ante todas estas injusticias y las que no nos imaginemos que hay no hartemos y nos frustremos ahogando así nuestra necesidad espiritual verdadera. Al respecto, el versículo # 2 nos antepone un gran profecía segura que de seguro se cumplirá al explotar la Gran tribulación del tiempo del fin, evento que se diferenciará en que jamás ha ocurrido una ni volverá a ver.  Allí para  el salmista esa actitud impropia de personas malignas y malhechoras es comparada con la hierba de los campos, que es cortada y se seca, es decir, no perdura, no echa raíces, no tiene futuro. ¡Esa forma de triunfo es temporera e ilusoria! 
Mientras abordamos tan afable cumplimiento profético, ¿cómo reaccionaremos en sentido espiritual?   Los versículos # 3 y 4 dan la respuesta:         
3      Confía en Jehová, y haz el bien;
    Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad.
          4      Deléitate asimismo en Jehová,
    Y él te concederá las peticiones de tu corazón. 
Tenemos que confiar en Jehová Dios, hacer el bien y deleitarnos en él. Como resultado: “Habitaremos para siempre sobre la tierra”, “disfrutaremos mucho de la verdad”, es decir, la palabra viva de Dios y nuestro Padre nos concederá las peticiones de nuestro corazón. Destaquemos que la frase “Confía en Jehová”, es un deleite para el justo porque si de verdad la aplica en su vida será un verdadero antídoto contra la envidia y el resentimiento. Confiemos en nuestro Dios de la verdad que nos quiere y nos ama, confiemos en sus promesas de alivio para el alma, confiemos que estar bajo su guía y amorosa dirección es el mejor modo de vivir.
La lectura meditativa de esta parte del salmo el salmista contrasta dos estilos de vida: el de las personas injustas, que no tiene futuro, y el de la gente noble, que tiene porvenir y se proyecta al mañana.
La meditación profunda en estos bellos libros de los Salmos de seguro que es una guía para el alma.

Friday, April 22, 2011

La fe que vence.


Génesis 22:3–4 (RVR60):3Y Abraham se levantó muy de mañana, y enalbardó su asno, y tomó consigo dos siervos suyos, y a Isaac su hijo; y cortó leña para el holocausto, y se levantó, y fue al lugar que Dios le dijo. 4Al tercer día alzó Abraham sus ojos, y vio el lugar de lejos.
Para muchos de nosotros como cristianos conocemos este relato difícil de comprender pues es Abrahán preparándose a sacrificar a su único hijo Isaac. 
La noche posterior a las instrucciones debió haber sido una extensa agonía. Abrahán obedeció el mandato de Dios de sacrificar a su hijo. Esto lo puso a él en una difícil situación emocional que quizás nosotros hoy no lo comprendamos bien. ¿Podemos presenciar el dolor que debió haber sentido durante el camino? Abraham e Isaac recorrieron en tres días las 50 o 60 millas (entre 80 y 100KM) desde Beerseba hasta el Monte Moriah.
Si meditamos bien en el versículo puesto arriba, encontraremos una variedad de verbos detonantes en una actitud rápida, no lenta o perezosa. Entre eso verbos están: Sé levantó, enalbardó, tomó, cortó, salió y fue.SI, Sin importar la magnitud de su angustia, el padre de la fe comenzó muy de mañana con los pasos necesarios para hacer lo que se le había mandado.
¿Qué cualidad cristiana ayudó a Abrahán a realizar sin tapujos ni dudas tal mandato? Sin duda la fe, Abrahán lo que es la esencia de la fe. NO en balde dice  Hebreos 11:17–19 (RVR60): 17Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito, 18habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia; 19pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir. 
 Abrahán en el momento de la escena no entendía la razón de la decisión de momento de Dios pues Isaac era su unigénito, además que Dios le había prometido mediante él una dependencia, pero el tenía FE que Dios podría levantarlo de los muertos. Llegado al tema de la fe, llegamos a un tapujo grande en forma de pregunta: ¿qué es la fe?
Hay gran variedad de respuesta que de por cierto todas equivocadas. Muchos alegan que la fe no es más que un deseo que las cosas salgan bien y otros que los problemas no nos afecten mucho o como las situaciones de la vida se resuelvan de la mejor manera posible, sin embargo la Biblia tiene otra manera de explicar tan importante definición para un cristiano sincero. Leamos (Hebreos 11:1–2 (RVR60_: 1Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. 2Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos.  SI, cuando decimos, la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve, es lograr tener una convicción de que Dios llevará a cabo su palabra expuesta en la Biblia sin falta, es la seguridad de que todo se realizará. Entonces al igual que Abrahán que demostró tener una fe que vence conociendo que jehová podía o levantaría a su hijo Isaac de los muertos, nosotros la podemos llegar a tener también La Fe que vence logrando una profunda convicción de la palabra de Dios.
Estamos viviendo tiempos difíciles donde la presión económica, política y social se pone cada vez más tensa donde pronto llegará a su explosión total. Ahora es el tiempo de actuar con fe, cuando lleguen los tiempos difíciles, habremos vencidos logrando así la vida que realmente lo es.